Existen muchas estrategias que podemos implementar para convertir nuestro hogar en un espacio vivo, sostenible y conectado con el medio ambiente, logrando un aprovechamiento razonable de sus recursos y reduciendo nuestro impacto en el planeta, al mismo tiempo que logramos ahorrar recursos. Como hemos visto en otro texto, construir o rehabilitar nuestros hogares y espacios de vida de forma ecológica no es la única estrategia para lograr una vida sostenible, pero ciertamente es una de las claves para mejorar nuestros ambientes urbanos mediante el uso de estrategias integrales de diseño y construcción sostenible. Vamos a analizar algunas de ellas.
Intervenir con tres líneas estratégicas diferentes:
- Utilizar tecnologías de construcción alternativas, seleccionando materiales que puedan ayudar a reducir la huella de carbono, tales como materiales naturales o industriales reciclados y reciclables. Integrando la sabiduría y técnicas tradicionales con sistemas de construcción más contemporáneos, generando así una sostenibilidad arquitectónica para una construcción más rentable, segura y saludable.
- Intervenir en el sistema energético de una vivienda para lograr ahorrar recursos, aprovechando fuentes renovables para generar energía, mejorando el diseño de los espacios para aumentar la calidad de la iluminación, reduciendo el consumo de agua y aprovechando las aguas residuales. También es fundamental mejorar la ventilación de los espacios para crear ambientes más saludables y diseñar envolventes y fachadas que proporcionen un mayor confort térmico interior.
- Introducir ecotecnias y espacios verdes en los espacios habitacionales. Esto no solo se limita a patios y jardines, que pueden ser mejorados mediante un diseño específico de paisaje, sino también a terrazas, balcones y azoteas, con la posibilidad de convertir estas últimas en techos verdes. Implementar huertos en nuestros espacios habitados y condominios enriquece el patrimonio verde de nuestras ciudades a partir de nuestros espacios privados.
Arriba La "House A" una intervención del aquitecto japonés Ryue Nishizawa
Construir y rehabilitar ecológicamente:
Si tuviéramos un proyecto de nueva construcción, sería importante buscar integrar las tres líneas estratégicas, y aunque no sea posible aplicar todas las soluciones tecnológicas, buscar integrar la mayoría para tener un hogar lo más autosuficiente posible en términos de aprovechamiento de recursos.
Si tuviéramos que intervenir en un espacio ya construido, podríamos analizar primero qué tipo de soluciones se podrían combinar para lograr más eficiencia y mejorar el impacto de la construcción a nivel ecológico. Para ello, sería importante llevar a cabo una fase de diagnóstico y establecer qué tipo de soluciones se pueden implementar.
Hablando de este tema, quizás no tan explorado de convertir un espacio existente en un espacio eficiente desde un punto de vista medioambiental, podríamos hacer algún ejemplo práctico. En el caso, por ejemplo, de un departamento urbano en un edificio de condominios recién construido, hay algunas acciones que podríamos aplicar, como analizar la calidad de la cancelería para lograr un mayor confort térmico y acústico. Si es necesaria una reforma de los espacios, podríamos utilizar materiales y acabados naturales, mejorar la iluminación y las instalaciones hidrosanitarias con sistemas ahorradores y de alta eficiencia.
En el caso de que este mismo departamento urbano se encuentre en una azotea o tenga una terraza o balcón de tamaño medio, podríamos implementar huertos verticales y, si fuera el último piso, instalar captadores de agua y techos verdes. También en azoteas se podrían instalar sistemas de paneles solares térmicos o fotovoltaicos y ver si es posible lograr cierta eficiencia.
Si el hogar urbano fuera una propiedad independiente con terreno propio, habría aún más acciones a realizar, llegando hasta un 80% de las líneas estratégicas mencionadas anteriormente, e intentando lograr cierta autosuficiencia en términos energéticos.
En un terreno rural, probablemente haya más posibilidades, como la implementación de ecotecnias, tecnologías agropecuarias y producción de alimentos, lo cual no requiere necesariamente una obra nueva, sino más bien "tunear ecológicamente" la propiedad, un cambio rentable tanto para el propietario como para el entorno.